Es difícil anticipar un evento de emergencia cardíaca en su tiempo, forma y espacio; lo que sí se puede hacer es planear y prepararse para estar siempre listos ante una contingencia

Emergencia cardíaca en la calle: actuar no es cosa de héroes, es cosa de saber qué hacer

Dicen que actuar no es cosa de héroes, es cosa de saber qué hacer y es que cuando nos toca ser testigos de un hecho desafortunado o desagradable la primera reacción generalmente es miedo e impotencia ante el hecho, quizá incluso pueda pasar desapercibido. Claro está que en esas situaciones, este miedo y el no saber cómo reaccionar nos aleja de tomar cartas en el asunto con acciones concretas. Solucionar y/o apoyar en dicha situación pareciera ser algo que está fuera de nuestras manos, no obstante, las personas indicadas para ayudar somos precisamente los que estamos presentes en el momento del incidente; por ello es importante no huir, no alejarnos, al contrario, acercarnos y ver en qué podemos ayudar.

Imaginemos el siguiente escenario: Nos encontramos disfrutando del andador cultural en una colonia alegre y pintoresca de nuestra ciudad. El aire es ligero, es mediodía, las personas conviven y todo parece estar en el modo correcto. Repentinamente, a tu lado, una persona se desploma al suelo y queda inmóvil. La pregunta inmediata es ¿qué hago?, a lo que sigue preguntarte ¿cómo debo reaccionar?…

Parece una pregunta fácil y obvia, pero en el momento de reacción, los segundos son oro y el conocimiento acerca de la práctica de RCP puede salvar una vida. Un ejemplo es que durante una situación de paro cardíaco no es obligatorio conocer las técnicas específicas de cómo reanimar a la persona, el hecho de detectar la anomalía, lograr un espacio seguro y llamar inmediatamente a la ayuda especializada en reanimación cardiopulmonar y atención médica adecuada, es un primer paso.

A veces, cuando existe un evento de paro cardíaco ni siquiera sabemos qué es lo que sucede por no tener idea de cuáles son los síntomas o alertas en alguien que se encuentra sufriendo esta emergencia. Un primer indicio a observar es que, por lo regular, éstos comienzan con un dolor en el pecho, especialmente en la zona central o izquierda. La tensión es tan fuerte que genera opresión y dolor seguido de la sensación de molestia constante y otros dolores consecuentes más intensos como el dolor de espalda, cuello, hombros o brazos. Es decir, cuando una persona comienza a sufrir un paro cardíaco entra en un fulminante lapso de dolor que se podrá percibir de manera obvia y natural.

Otra señal que nos indica que alguien puede estar a punto de sufrir una parada cardíaca es el mareo y el sudor frío así como las irregularidades en el ritmo cardíaco conocido como arritmias; sin embargo, este tipo de síntomas pueden ser resultado de otro tipo de mal u enfermedad. Ante este tipo de síntomas, sean de paro o no, se debe estar alerta ya que cualquier riesgo o malestar físico es de vital importancia para la salud.

Asociaciones como la American Heart Association, exponen que la posibilidad de supervivencia de una persona se reduce entre un 7 y un 10% cada minuto que pasa en situación de paro, y que después de los diez minutos el índice de supervivencia puede bajar a cero. Por otro lado, si se toma en cuenta que el tiempo de respuesta de las ambulancias generalmente es mayor, la mejor opción de supervivencia está en manos de las primeras personas presentes, siempre.

También están las empresas que apoyan a la cultura de ayudar a salvar vidas frente a los incidentes cardíacos. En esta área, Confianzza lo hace mediante un sistema integral compuesto por la Cardioseguridad (http://www.confianzza.com/cardioseguridad.php) a través de equipos técnicos conocidos como desfibriladores destinados a la identificación de arritmias mortales, con la intervención de una persona que brinda apoyo para dicha descarga eléctrica, con la finalidad de restablecer el ritmo cardíaco; esto en vinculación con cursos de capacitación y entrenamiento —para el público en general— en RCP y capacidad de reacción ante circunstancias de urgencia y de miedo.

¿Sabías que cada año alrededor de siete millones de personas sufren un paro cardíaco repentino, sin previo aviso y sin un patrón aparente?. Este riesgo fulminante es una realidad, pero afortunadamente también tiene un alto índice para superar esta emergencia cardíaca. Sin duda, el tener conocimiento en cómo hacer la RCP es algo que todo adulto, e incluso los niños, deberíamos aprender a partir de cierta edad puesto que esta acción es una de las maniobras de reanimación que más vidas salva al año, por ello, es importante conocer cuándo aplicarlo y cómo realizarlo correctamente.

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En Confianzza buscamos transmitir el conocimiento y los mecanismo necesarios para fortalecer este escudo de seguridad cardíaca, no dudes en contactarnos.